La vida era perfecta al llegar las vacaciones; más si esas vacaciones se disfrutaban en la casa materna de Banco Obrero en Cocorote

lunes, noviembre 27, 2006

Morocotas de oro en Cocorote



Ante la demolición de la casa del difunto Joaquín ubicada en Cocorote frente a mamá Pera y el posible desenlace del manuscrito escrito por el comerciante Mauro Jelambi hace más de 100 años, cito a continuación lo que pudiera ser “la crónica de un desentierro anunciado”, a partir de su publicación por Yaracuy al Día, hace exactamente dos años...
La historia comienza cuando el conocido cocoroteño Juan Pérez - del cual ya les comenté-, hace como dos años atrás me lo consigo en la Panadería cerca de la plaza y me confiesa que en su poder se encuentra un libro de muchos años de antigüedad, heredado de su madre: Ana Eustacia Pérez, ya que ella lo mantuvo guardado en uno de esos pesados baúles que normalmente poseían las familias para resguardar sus mejores objetos.
Juan, le pregunte: - Que vas a hacer con ese libro, ¿porque no me lo prestas, y cuando termine de leerlo te lo devuelvo.- El me respondió, bueno, pero primero me regalas unos biscochos salados que tengo hambre. – claro - le respondí- y seguidamente de darle los panes lo acompañe hasta el sitio en donde tenía guardado el libro.
Este libro era realmente un manuscrito que databa de los primeros años del siglo pasado, utilizado en su mayoría para realizar asientos de compra y ventas de mercancías tales como tabaco y maní. Pero en la última página escrita, se relata la historia de un asalto que sufrió el dueño del libro, de nombre Mauro Jelambi junto a dos de sus peones de confianza en los alrededores de un comercio que estaba situado en donde hoy día se encuentra el jardín de infancia Mamá Pera y que, para aquel entonces era denominado El Dancing; especie de Bar y prostíbulo que para colmo de males era de las ultimas casas de la población por el lado del río San Jerónimo, razón por la cual daba la bienvenida a los visitantes y transeúntes provenientes de Occidente por intermedio de la antigua carretera Panamericana, la actual calle Bolívar de Cocorote (no existía la panamericana actual).
De acuerdo a fuentes confiables, durante aquellos años existía una anarquía total en la población. Se comenta que los asesinatos suscitados en la cuadra del Dancing eran recurrentes. El relato escrito comenta como el comerciante llegó a Cocorote en una noche brumosa y fría por la lluvia constante, al tiempo que era advertido por un poblador que, iba a ser despojado de sus mercancías y del dinero que traía consigo y por esta razón mando a uno de sus peones a enterrar en plena lluvia, una cantidad considerable de morocotas, monedas de oro que normalmente se utilizaban para hacer negocios.
El comerciante en las primeras de cambio pudo hacer frente a la situación valiéndose de un arma de fuego que poseía, sin embargo salió mal herido y en medio de la trampa realizada por el grupo de bandidos, el peón pudo realizar la labor encomendada dado que en medio de las bestias de carga que habían en el lugar, así como también por el hecho de la prontitud con que fue advertido el comerciante, paso desapercibido pero luego, al empeorarse la situación (una vez que hizo el entierro) salió a socorrer a su jefe con tan mala suerte que una bala certera disparada por los malhechores acabo con su vida.
La reyerta prácticamente terminó con este episodio, al final el señor y el otro peón fueron socorridos por algunos pobladores que rápidamente le hicieron los primeros auxilios mientras pudieran ser tratados por un medico. Uno de los samaritanos que ayudo al comerciante se llamaba Susana Pérez - partera de oficio - que de acuerdo a los pobladores cocoroteños a los que acudí para corroborar el manuscrito, era la abuela de Juan, razón por la cual este libro se mantuvo en el seno de esta familia.
A los pocos días de este episodio y sabiendo el comerciante que muy poco le quedaba de vida por las heridas causadas en aquella maléfica noche, ayudado por el otro peón que le acompañaba, hizo que lo llevaran al sitio en donde estaba situado en el día de su infortunio. A duras penas se sentó en lo que quedaba de una columna o vestigio de una antigua casa que existió al lado izquierdo del Dancing (luego de pasar la acequia), y desde allí pudo recordar lo que había acontecido, observando que el lugar donde el estaba situado aquella noche, estaba en línea recta con una mata de jobo (Spondias mombin) que se encontraba al oeste de ese lugar hacia el camino del río, a ciento veinte pasos del vestigio donde se encontraba el Sr. Mauro Jelambi y que por lo expuesto en el libro, este era el antiguo lindero de la Calle Real, un poco más hacia dentro de donde se encuentra actualmente.
Es de hacer notar que por la escritura dejada en el libro mencionado, este señor poseía grandes y variados conocimientos, pues desde este punto donde se encontraba, percibió que desde los ruinas donde estaba sentado hasta el sitio del entierro, se generaba uno de los ángulos pertenecientes a un triangulo rectángulo, donde la hipotenusa era alrededor de 30 pasos hacia el sur, y hacia el este, luego de pasar la antigua acequia cocoroteña, frente al prostibulo, se conformaba el ángulo recto, a 15 pasos de la columna por lo que el cateto resultante era de casi 26 pasos hacia el sur, (25,98 para ser algo más preciso).
Tratando de obtener una posición exacta del lugar que mencionaba el escrito, y recordando que unos años atrás existía a un lado de la entrada de la Escuela León Trujillo una mata de jobo, del cual se decía que sus frutos generaban fiebre cuando se comía en exceso, comencé a caminar contando los 120 pasos que se señalaban, y al terminar de contar, me di cuenta que los vestigios estarían en predios de la antigua hielera de Los Tortolani, a unos pocos metros donde se venden los perros calientes de Freddy y realizando un análisis mental, observé que el entierro estaría ubicado de acuerdo a los datos, en un terreno propiedad del finado Joaquín en un lugar cercano a una casa en ruinas en donde funcionaba una panadería, al lado de la Acequia y frente al jardín de infancia mama Pera.
Solamente falta relatar la parte final del manuscrito: el señor Mauro Jelambi, deja constancia de la cantidad de dinero que llevaba en aquella noche siniestra: 2.756 morocotas de oro, envueltas en un talego de cuero trabajado donde están las iniciales MJ, que está dentro de una pimpina de barro cocido. Asimismo, y ante la posibilidad de no poder desenterrarlas, realizó un conjuro de magia negra, estableciendo que si el o sus familiares no llegaban a buscar el manuscrito el cual quedó en posesión de la partera, los que se atrevieran a buscarlo pagarían con una muerte horrible. Este hechizo duraría cien años y al cumplirse el siglo, se verá el anima en pena del peón asesinado, descansando de su largo cuidado mediante la aparición de una llamarada azul.
Se comenta que el comerciante acompañado de su peón y con sus mulas se despidieron tomando camino hacia Barquisimeto, pensando en volver cuando se alentaran aún cuando jamás se le volvieron a ver.
La fecha de todos estos acontecimientos fue el dos de noviembre de 1904, por lo tanto el maleficio culminó hace dos (02) años atrás

Al despejar los escombros de la casa del difunto Joaquín, está por verse si la llamarada azul hace su anuncio. Obviamente que Freddy Tortolani desde su trailer de perros calientes está en una posición privilegiada.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Morocotas hay en todos lados, despues te echo un cuento.
El comierciante q se fue a Barquisimeto creo q fue Farnataro por lo de la maldicion, pero la casa de Farnataro creo q no era ahi, despues te cuento :-)
Juan Perez deberia saber el cuento, preguntale por Farnataro.

Elier dijo...

Creo que haces mención a la cas que esta cerca de la Panaderia La Española je je.

Anónimo dijo...

Deberias ser escritor ya que tu relato esta muy bien narrado, tal vez alli encontraras las morocotas que andas buscando, yo tambien he escuchado muchas historias aqui en mi pueblo donde los ganaderos por no contar con medios para resguardar su dinero lo enterraban. Algo que si te digo es que aun debe existir algunos entierros en zonas remotas olvidadas por muchas generaciones, no te preocupes por las maldiciones ya que de los dueños de ese dinero no queda ni el polvo de los huesos. Sigue con tu entusiasmo y perseverancia y veras que en el momento menos esperado conseguiras esas tan ansiadas morocotas que resolveran todos los problemas economicos de tu vida.

Anónimo dijo...

mira auque no me lo creas yo tengo en mi poder una morocota pero creo que no es de oro

Anónimo dijo...

mira auque no me lo creas yo tengo en mi poder una morocota pero creo que no es de oro

Anónimo dijo...

mira auque no me lo creas yo tengo en mi poder una morocota pero creo que no es de oro

Anónimo dijo...

mira auque no me lo creas yo tengo en mi poder una morocota pero creo que no es de oro

kelvis blanco dijo...

hola amigo yo e trabajado con varios mitos es mi jovi desenterrar tesoros y hasta una pasion para mi tengo equipos magneticos detectores de metales baras cimetricas y cuento con la experiencia necesaria si necesitas mi ayuda no dudes en contactarme correo eloriginal1a@hotmail.com telef 04248793467 soy de carupano edo sucre no creas en mitos de espanto un detector de metales acaba con todas las maldiciones y no hay que esperar la llama azul jajaj

Anónimo dijo...

hola amigo puedes comunicarte con mi persona para tratar de realizar estudios mas profundo sobre el tema para la complementación de un proyecto en elaboración si .
de ser así y prestar de tu ayuda puedes responder a electroded@hotmail.com

Gana DOLARES EXTRAS. dijo...

Buenas Noches amigos, necesito ayuda! mi papa y yo tenemos una hacienda ubicada en Barinas y muchos de los vecinos del poblado donde esta ubicada la hacienda me dicen que antiguos duenos de dicha hacienda han Desenterrado "Entierros" de morocotas y tambien me dicen que hay muchos mas "Entierros" ahi en mi propiedad. Aunado a esos comentarios de los vecinos, hace aproximadamente 1 mes tuve un sueno en donde detrás de la casa de la hacienda pasaba un rio (Actualmente no pasa un rio detrás de la casa) y yo me sumergí a bañarme, el agua era muy cristalina y pude ver en el fondo un cofre de cristal y por ende podía ver a través de el y pude notar que había mucho dinero (Dolares, Bolivares, Billetes de Ecuador y Muchas joyas de oro y plata) también había una carta donde una madre explicaba q staba muy adolorida por la muerte de su hija y ademas decía que el que consiguiera esa cofre seria bendecido por su hija. Quisiera saber quien me puede decir que significa eso. Muchas gracias.

Anónimo dijo...

UN SALUDO KELVIN BLANCO UN CORDIA Y SALUDOS A TODOS EN EL BLOG VI TU NUMERO EN EL BLOGS YO ME LLAMO EMMANUEL GONZALEZ Y TENGO UNA EMPRESA DE RECUPERACIÓN DE RELIQUIAS Y MONEDAS CON UN GRUPO DE 2 AMIGOS Y TE INVITO YA QUE VEO TU INTERES A VIAJAR CON NOSOTROS POR VENEZUELA A RECUPERAR LA HISTORIA Y HOJETOS ENTERRADOS CUALQUIER COSA ME AVISAS ESTA SEMANA ENCONTRAMOS UNAS RUINAS EN EL ESTADO MIRANDA ESTE ES MI NUMERO 04242549769 EMMANUELGONZALEZCCN@HOTMAIL.COM

Elier dijo...

Estoy en cuenta Kelvin, saludos

Anónimo dijo...

Buenas quien se acuerda del hombre que mato a su esposa en una carniceria en cocorote, despues de perseguirla,,?? Un asesinato espantoso

Elier dijo...

Saludos cordiales. Recuerdo el asesinato de Lola. Al parecer el hombre enloquecido por los celos carrereó a la señora por un buen margen de la avenidad Bolívar de Cocorote hasta llegar a la carnicería de Los Gallo donde finalmente la alcanzó. Es bueno citar que se recuerda con profunda emotividad tal crimen puesto que para ese entonces creo que en 1984 nada de eso sucedia en éste poblado. Ahora puede ser común en cualquier pueblo pero en esos años era dantesco.

Anónimo dijo...

Pensar que esa casa era de mis abuelos y el gobierno demolio la casa y luego construyo una plaza si se puede llamr asi.

Unknown dijo...

Terrible el asesinato de lola. Ese hombre que la asesino pago con carcel. Luego de cumplir su condena monto una bodeguita en san felipe justamente en el barrio caja de agua alli mismo termino con su vida ahorcandose. Y pensar que ese hombre llamado pedro el asesino de lola era padrino de mi madre.

Unknown dijo...

En realidad escuchsndo todos los comentarios de mi pueblo. la historia de las morocotas estan situadas en la escuela leon trujillo donde estudie varios años y si rs cierto que el palo o el arbol de jobo daba fiebre. A varios de mis compañeros en ese entonces le dio fiebre a causa de comer jobo...