Papelillos cocoroteños

Estos días son para mí, de andar “como pelotero en segunda base”, que es lo mismo que andar “como pajarito en grama”: mirando para todos lados.
La situación en nuestro país es de agarrar palco en días feriados. Van una chorrera de muertos y lo que ves en la tele son puros carros ultimo modelo, ¿Qué pasa?, bueno, simplemente que apenas le medio tocas el acelerador y esos bichos andas a sopotocientos por hora y con unas “birras” demás los reflejos no son los mismos.
Nunca me ha gustado salir los días de carnaval ni semana santa y la verdad es que me viene de chamo a raíz de que, mi querida madre viendo lo intranquilo que era me metió en los bomberitos, boy scout, defensa civil, queee se yo!!! Para andar en operativos (este muchacho sino lo encamino se va a meter a malandro decía) y todo porque cuando estuve en el Puerto con Susana, vivía con puras hembras (entre primas y hermanas: seis en total) y como las mujeres aunque siempre lo nieguen, son más camorreras que los varones con la cantaleta aquella de que “ojala que vuelvas a venir llorando de la escuela porque fulanito te pegó” y zuass, había que caerse a carajazos a cada rato hasta que se hizo costumbre y luego era el típico peleón.
Bueno, volviendo al tema. Después de que pasan los días de asueto es que me atrevo a salir, pero aquí en Cocorote la cosa esta muy buena con los carnavales Papelillos, en virtud de que son puras carrozas y comparsas de niños y los caramelos ruedan por doquier. Es por eso que me sitúo por los lados del campito de Caribe (es cierto, Caribe tiene un estadium de béisbol) y desde allí trato de llamar la atención a las “reinitas” con aplausos y besos y ellas devuelven los cumplidos con caramelos jeje. (Ayer Mauricio y mi sobrina Waleska gozaron un puyero recogiendo junto a mi los caramelos lanzados) Tengo el niño a millón por estos días.
En fin, hoy nuevamente me preparo para asistir junto a mi familia para la comparsa y el carro que se espere que luego lo sacamos a pasear…