La vida era perfecta al llegar las vacaciones; más si esas vacaciones se disfrutaban en la casa materna de Banco Obrero en Cocorote

viernes, marzo 16, 2007

El Cazador de Cocorote y otros cuentos

No había manera de poder entrar a la página, se quedaba colgada cuando introducía la clave y esa es la razón de por la cual no había escrito en toda una semana, una guara.
Siguiendo con los viejos cuentos pueblerinos de Cocorote, era costumbre de los jóvenes cocoroteños, el sentarse en las esquinas donde habían postes de electricidad con sus respectivos bombillos, a estudiar durante las noches sentaditos en las famosas sillas plegables con su termo de café y los más audaces acompañados con cigarrillos y una botellita de aguardiente.
Me cuenta Carlos López que cuando el estudiaba primaria, muchas veces observó a los estudiantes de bachillerato hacer grupos de estudios en la esquina de que Petrica Leal, así como también en la esquina de María Torres y por supuesto en la esquina de los banquitos del Banco Obrero, donde el finado Víctor León Herrera, oriundo de la Provincia de Loja en Ecuador, había colocado en la esquina de su casa y para disfrute de los habitantes de Banco Obrero, sendos bancos de granito con unas lámparas en sus alrededores que eran la predilección de los estudiosos de aquella época.
Al filo de la medianoche, cuando los estudiantes estaban enfrascados en la resolución de ecuaciones matemáticas, se escuchaba a lo lejos el grito de alguien que llamaban “El Cazador” y que realmente intimidaba, ya que se escuchaba como un “JOY JOY JOY JOY” repetidamente y lo peor era que, cuando se escuchaba lejos era porque andaba cerca y cuando se escuchaba cerca era porque andaba lejos….
Lo cierto es que a los que le pregunté sobre el cuento, me señalaban que para aquel entonces las noches cocoroteñas se llenaban normalmente de neblina y esto enrarecía el paisaje nocturno, haciendo que la mayoría de la población - creyente de un montón de supersticiones- se acostaran temprano, por lo que los grupos de estudios se generaban prácticamente para hacerse compañía y cuando escuchaban los gritos del Cazador por lo general era a lo lejos (o sea que andaba cerca) pero esa generación poco a poco mando largo al carajo al fulano espanto, toda vez que nadie lo escucho cerca y esto creó la suficiente suspicacia como para hacer indagaciones sobre el lugar de donde provenian los gritos y quien era que los hacía..
Por cierto que Saucisse me recordó sobre el ave que llamamos pavita mortera o muertera , ave nocturna al cual se le atribuye poderes nefastos tales como el empavar el lugar donde canta (mala suerte) así como también identificar el área donde se iba a morir en días próximos alguien o dar la noticia de que alguna muchacha del área en donde se instalaba a cantar, estaba escondiendo un embarazo.
Recuerdo que Susana entraba en pánico cuando escuchaba el canto triste del pajarito que suena “pu pu pu pu pu pu” por lo que agarraba unas tijeras y las colocaba abierta en el patio dizque para espantar la muerte.
Asimismo, existía otra ave que por cierto no la volví a escuchar el cual llamaban “chupahuesos” o “rajatrapos”. Esta ave nocturna jamás llegue a verla, sólo se dejaba escuchar en un vuelo raudo y rasante mientras que soltaba un “chuicccc” que le helaba el corazón a cualquiera, y luego el celaje del ave se alejaba a gran velocidad.
A pueblo pa` cuentero, pero la verdad es que ante tanta inseguridad por robos y asesinatos sin motivo aparente, prefiero los espantos ya desaparecidos a causa de la modernidad.

9 comentarios:

Waiting for Godot dijo...

Hola!!!!
J-oda y yo teníamos miedo que te hubiesemos espantado con la amenaza de visitarte en Cocorote aprovechando que estamos por estos lares. Ayer vi a J-oda, Differ y Norka, y hablamos de ti y Cocorote. Un abrazo!!!

Anónimo dijo...

Y como hace falta tus cuentos y anecdotas,espero que sea larga la lista de cuentos de espantos para esta cuaresma esto me regresa a mi ni#es cuando mi abuela por esta fecha en las noches nos echaba cuentos de espantos y animas, no se has leido un libro que se llama leyendas y cuentos del tachira te lo recomiendo.Saludos Maru

J-oda dijo...

Aaaaaaaahhhhhhhhh,
Yo tengo el mismo problema con el mío?
Será una gripe blog-viral?
Tendré que irme a recluir si paso una semana sin postear...

De todas formas, en apoyo a Waitting, por fa responde: Te asustaste o no?

Besitos blog-agripados

Elier dijo...

Heey, estoy llegando de clases y apenas me instalo y suazz, encuentro esta invitación abierta para venir a Cocorote, pues, claro que si, las puertas de mi casa estan abiertas y por correo dejo abierto mi tel para hacer contacto. Un abrazo grandote

Marié (enfermera venezolana) dijo...

soy también de un pueblo, aunque estoy ahora viviendo en Caracas, y te confieso que me había olvidado de los cuentos de espantos que tienen. Pero es que yo en Caracas tengo que cuidarme tanto de los vivos, que hasta me gustaría que de vez en cuando viniera un espanto a hacerme compañía y darme ánimos.
Gracias, muy buena tu redacción
Y besosss...

Elier dijo...

Gracias a ti mi enfermera preferida

Anónimo dijo...

hola, muy bueno los cuentos, y recuerdo hoy cuando los novios se la pasaban puliendo las aceras para poder ver a las novias, y tambien llamarnos por los segundo nombres; Como Isidoro, a Judith, tantas anecdotas como no recordar los viejos tiempos, la Familia Escudero, Los Angeles, Torrez, Leal, El cubano, y nuestra adorada y recordada siempre la Sra Maria Escudero Dios la mantenga sanita. un beso muy grande,

Anónimo dijo...

nawa digame a quien nombraron a la petrica leal la chismosa de banco obrero jajajajajajaja la lengua suelta ta pendient de un chisme

Anónimo dijo...

y es que no recuerdan a la señra Piedad, era muy generosa, haciendo honor a su nombre y contaba muchas historias relacionadas con el tema de los espantos. uuuyyy qué miedo para nosotros de niños.