AGOSTO PARA CORRER

Cuando todo apuntaba a que las correderas se terminaban, ahora es cuando. Agosto se apareció con la fiesta de graduación de mi hija Zaret, el bautizo de mi sobrino Bryan (le he preguntado a mi sobrina Anyela cual es la razón de los nombres gringos de sus hijos y la verdad es que ella misma no lo sabe..) así como también de los quince años de una primita llamada Roxana que para su molestia (y no la mía ya que goce un puyero) bailé el vals con ella, ya que su papá quien abrió el compás como es debido, daba y daba vuelta por todo el recinto mientras que todos sus amigos angustiados no se atrevían a bailar el vals con la cumpleañera. No les digo yo, esos chamos de ahora son puro reggaeton. Lo mas cumbre es que cuando la saque a bailar, quien me pidió la mano de la joven para seguir el baile fue precisamente mi hijo Mauricio, que de “venao” no tiene nada je je.
Algunas fotografias para la historia:…

Mi sobrino Bryan, en pleno bautizo

Mauricio con sus dotes de bailarin y Roxana
La niña de mis ojos ya es bachiller

Mi querida Zaret, junto a su grupo de amigos

Tenia tiempo que no veía a la negra celosa, pero el cuento es tan jocoso que vale la pena recordarlo. Sucedió que la “música” que mas sonó durante los quince años fue el “reggaeton”, así que para no morirnos de tristeza en la mesa, tuvimos que bailar un tanto el meneito ese, pero como el calor era infernal, en uno de esos momentos descansábamos mientras que colocaban uno de los “hit” que no cesa de colocar Zaret en la casa. En eso, la negra me hace señas para seguir bailando y yo me niego alegando que estaba empapado, y en ese mismo momento empieza a sonar un celular de una prima que estaba bailando así que se lo fui a llevar a la pista de baile, pero cuando traté de volver a la mesa, una muchachita de unos diecisiete añitos me tomó de la mano para que bailara con ella y al ritmo de la música se contoneba como una culebrita mientras que yo trataba de seguirle el paso (que verga con esos bailecitos). Cuando llegué a la mesa no había manera de que me sentara, ya que la trompita de la negra prácticamente tapaba el asiento que estaba a su lado. Amor, -alegué- como hago yo si es mi condenado físico que pone boba a las colegialas ja ja … claaaro, conmigo no quisistes, pero me jor me callo... (la muchachita que me sacó a bailar no era la única culebrita)

Luego, la viajadera por los pueblos no ha desmayado. He vuelto al sur del estado Lara, ofreciendo algunos cursos en las áreas rurales de Anzoátegui y Guaríco para la formulación de proyectos de elaboración de alimentos. Obviamente que el aprendizaje ha sido intenso, toda vez que la capacidad de aprendizaje del sector rural cuando se trata de poner en practica un modelo es inmejorable por aquello de que no tienen la “copa llena”…
Heyy, existe una posada que vale la pena visitar en Guaríco, se llama el camino de Guagó, lastima que mis 104 kilos no sean el mejor peso para volar en los parapentes…

En un viaje que hice a la capital conocí al inigualable Romrod, y vale destacar que la impresión que me llevé fue la que precisamente se deja sentir en sus blog, una de esas personas que son tan brillantes e inteligentes que cualquier gobierno que no lo tenga a su disposición, lo observa con recelo y hasta lo pueden tildar de peligroso j eje. (la verdad es que los rojo-rojitos le tienen tirria y no precisamente por su blog ). Si bien Alexandra Urdaneta del Fonacit me esperaba temprano en Caracas para hacerle unas modificaciones a un proyecto en el cual estoy involucrado, no es menos cierto que el café que me tomé junto a este espigado bloguero (vaya que es alto este Rómulo, saquen cuenta por los brazos de sus hijos los morochos, y su bella esposa no se queda atrás), me hizo pensar una vez mas que la blogosfera criolla está llena de gente valiosa y especial. Lastima que mi querida pana J-oda estuviera tan atareada en la Universidad, pero esa isla llamada La Encrucijada, donde siempre estamos dispuestos a parar por un cafecito, alguna vez nos encontrará envueltos en esa magia que depara Internet.