Este niño vive en Caracas junto a sus padres, así que disfrutamos de una pequeña fiesta en nuestro hogar, y como siempre que alguna de estas cosas sucede en casa, me puse a freír mis bolitas de masa con bastante queso y un par de huevos que son el deleite de los loquitos esos. Obviamente que las salsitas de queso y la otra de ajo (a los chamos les gusta pero con poco de este condimento) fueron el acompañante de estas bolitas, las cuales insisto, les gusta a rabiar.
Mientras cenábamos los mayores, mi compadre Camero hacia alusión a los picantes que tanto le gustan, tales como el famoso catara, el ají de leche y el picante llanero, el de suero entre otros.Vale destacar que si bien como picante, no soy un gran enamorado sino que moderadamente lo consumo, porque sino pica nulo je je.
Este relato me hizo recordar un cuento arrancado de la vida misma cuando en la Isabelica de Valencia, esperando el transporte para llegar a la Universidad, me acercaba a tomar un cafecito madrugador en un trailer cercano a la parada, donde todas las mañanas un señor comelón de aji, se compraba una arepa en otro trailer que estaba al frente y luego se venia al trailer de mi amigo para comprar un “refresquito” y mientras el vendedor le despachaba el refresco, el pícaro comelón de ají, aprovechaba para servirse una buena ración de picante…
Un buen día el vendedor amigo mío ideo un plan para vengarse del comelón de ají, ya que argumentaba que este comensal en vez de comprarle las arepas a él, iba primero al kiosco del frente a comprarlas allá y luego se venia para el suyo a comprarle un refrequisto y comérsele su picante: no juegue, que se pensará el vivo ese, si le gusta las arepas de allá, que se coma el picante de allá, aquí tengo unos ajíes brasileños que con solo tocarlos te pican hasta la mano, ese picante si que le va a hinchar la trompa – me decía mientras se dispuso a preparar el picante y envasarlo para el día siguiente.
A la mañana siguiente me voy a tomar mi respectivo cafecito en el trailer cuando vemos de lejos al comelón de ají llegar al trailer del frente a comprar su arepa y luego venir adonde mi amigo para pedir el respectivo refresquito. En eso el vendedor me hace señas que iba a sacar el ultrapicante hecho con ají brasileño: Este se lo va a llevar el diablo bien temprano je je – aseguraba el vendedor mientras yo, conocedor de la trampa, me sentía un tanto temeroso de que mi amigo se metiera en un problema por la trampa:
Buenos días amigo, por favor me da un refresquito – le instaba el comelón de ají
¿De que sabor lo quiere hoy? – déme una naranjita – como no!! Le respondió el vendedor mientras se daba todo el postin del mundo para darle tiempo al comelón de servirse todo el picante que quería. Viendo yo el exceso con que se servia el picante el comelón de ají, le advertí traicioneramente que tuviera cuidado con el picantito, mientras que el vendedor se daba la vuelta para mirarme con una cara de pocos amigos aun cuando el comelón ni se inmuto por mi advertencia. Al dar la primera mordida a la arepa, todos expectante esperábamos la reacción de comelon cuando este al fin tragó el bocado para expresar:: queeeeeeeeeeeeeee vaiiiina tan guena este ajiiiiiiiiiii, esto si que es un picante, asi es que me gusssssssssssssta a mi, bien sabroso, jojo….. El vendedor y yo nos quedamos mudos de estupor mientras que aquel hombre saboreaba la arepa urticante de carne mechada … Mire amigo, puede llevarse el picante a su casa que yo se lo regalo terminó señalándole el vendedor al comelón mientras que en un ataque de risa mañanera me subí al transporte para dirigirme a clases…
Mientras cenábamos los mayores, mi compadre Camero hacia alusión a los picantes que tanto le gustan, tales como el famoso catara, el ají de leche y el picante llanero, el de suero entre otros.Vale destacar que si bien como picante, no soy un gran enamorado sino que moderadamente lo consumo, porque sino pica nulo je je.
Este relato me hizo recordar un cuento arrancado de la vida misma cuando en la Isabelica de Valencia, esperando el transporte para llegar a la Universidad, me acercaba a tomar un cafecito madrugador en un trailer cercano a la parada, donde todas las mañanas un señor comelón de aji, se compraba una arepa en otro trailer que estaba al frente y luego se venia al trailer de mi amigo para comprar un “refresquito” y mientras el vendedor le despachaba el refresco, el pícaro comelón de ají, aprovechaba para servirse una buena ración de picante…
Un buen día el vendedor amigo mío ideo un plan para vengarse del comelón de ají, ya que argumentaba que este comensal en vez de comprarle las arepas a él, iba primero al kiosco del frente a comprarlas allá y luego se venia para el suyo a comprarle un refrequisto y comérsele su picante: no juegue, que se pensará el vivo ese, si le gusta las arepas de allá, que se coma el picante de allá, aquí tengo unos ajíes brasileños que con solo tocarlos te pican hasta la mano, ese picante si que le va a hinchar la trompa – me decía mientras se dispuso a preparar el picante y envasarlo para el día siguiente.
A la mañana siguiente me voy a tomar mi respectivo cafecito en el trailer cuando vemos de lejos al comelón de ají llegar al trailer del frente a comprar su arepa y luego venir adonde mi amigo para pedir el respectivo refresquito. En eso el vendedor me hace señas que iba a sacar el ultrapicante hecho con ají brasileño: Este se lo va a llevar el diablo bien temprano je je – aseguraba el vendedor mientras yo, conocedor de la trampa, me sentía un tanto temeroso de que mi amigo se metiera en un problema por la trampa:
Buenos días amigo, por favor me da un refresquito – le instaba el comelón de ají
¿De que sabor lo quiere hoy? – déme una naranjita – como no!! Le respondió el vendedor mientras se daba todo el postin del mundo para darle tiempo al comelón de servirse todo el picante que quería. Viendo yo el exceso con que se servia el picante el comelón de ají, le advertí traicioneramente que tuviera cuidado con el picantito, mientras que el vendedor se daba la vuelta para mirarme con una cara de pocos amigos aun cuando el comelón ni se inmuto por mi advertencia. Al dar la primera mordida a la arepa, todos expectante esperábamos la reacción de comelon cuando este al fin tragó el bocado para expresar:: queeeeeeeeeeeeeee vaiiiina tan guena este ajiiiiiiiiiii, esto si que es un picante, asi es que me gusssssssssssssta a mi, bien sabroso, jojo….. El vendedor y yo nos quedamos mudos de estupor mientras que aquel hombre saboreaba la arepa urticante de carne mechada … Mire amigo, puede llevarse el picante a su casa que yo se lo regalo terminó señalándole el vendedor al comelón mientras que en un ataque de risa mañanera me subí al transporte para dirigirme a clases…
Ahhhhhhhhh, Feliz dia del padre a mis panas blogueros.
8 comentarios:
Tu y tu buscador de anécdotas incorporado, no juegue, que bueno!
Feliz dia a lo mejor de los Padres de Cocorote, con el permiso de todos y todas.
Muakata Cocoroteño de mi corazón.
Te envía un avisito por e-mail.
Un poco tarde pero aun es el dia Felicidades¡¡¡¡¡
Feliz día del padre para ti! :) Eso del picante es así, es relativo, conozco mucha gente a la que le fascina!Besosss!
Elier feliz día del padre para tí también, que buena son tus anécdotas ja ja ja.
Mi padre como buen criollo también come bastante picante, eso si todos picantes "sanos", muchos los elabora el mismo y recuerdo una vez que preparo uno tan "arrecho" que el solía poner solo la puntita de la cucharilla , era como su obra de arte del picante, hasta el día que sonó un estallido en la cocina pues el picante que estaba tapado y estallo con todos los gases que tenía je je je...
Por cierto mi mejor amigo de toda la vida y padrino de mi boda también es Camero, Rafael Camero, y su padre Rafael Camero Pasquet seguro que son familia, porque todos los Cameros están relacionados :-)
Un fuerte abrazo
Aqui estoy queridos amigos, tratando de ponerme al dia con este blog ya que le debo uno a Daymira que me da risa pero hay que disfrutar.
Joda: Uuuuupa, estoy super contento con ser el mejor padre, una guará. je je. Abrazos para ti y por supuesto que el mejor padre de Turumo ¿hasta cuando llamaremos así a Turmero? haya pasado un dia super placentero al lado de tus hijos.
Rosa:
Gracias cariño, no era tarde todo lo contrario, muy en cuenta tu saludo. Un abrazote para ti.
Waiting:
Esta princesa mia y sus caritas de alegria, lo del picante hasta los niños en los llanos lo comen, aunque a mas de uno lo vi hacerlo con una lagrima en el ojo; Has visto? solo por ser llaneros desde pequeños como le dice el papá?? je je. Un abrazo grandotote para ti.
Pancho:
Eso, criando y amando a esos loquitos. Me quedó la incognita de que si tu papá traspasó ese amor por los picantes. A lo mejor una ñinguita pero no como los amantes que le cambian el sabor de la comida con un monton de picante. Y eso que aqui no comemos comida picante como en Mexico sino que le agragamos una vez realizada. Abrazos mi buen amigo Pancho
Elier:
Gracias por el comentario en mi blog, incluiré tus intenciones en la Misa. Bendiciones.
Gracias Padre Cristian. Un abrazo cocoroteño
Jajajaja 5mentarios...
Saludos!
Kisses :*
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