Después de estar muchos años separado de la vida pública, murio quien fuera el yaracuyano mas relevante del siglo pasado: Rafael Antonio Caldera Rodríguez. (*24-01-1916, +24-12-2009).
Luego de asistir a la Iglesia evangélica los domingo, recuerdo cuando niño que mi abuela materna le gustaba llevarnos a la casa de mi tia Martha situada en la Urbanización La Ascensión de San Felipe. En el trayecto, pasábamos frente a la Fundación del Niño de San Felipe, la cual tenia una avioneta Cessna en su entrada, y por supuesto no habia niño que no se deleitara con ese avión, soñando con hacer viajes inverosimiles. Cuando preguntábamos a quien pertenecia la avioneta, mi abuela nos respondía apremiada por la hora y por su temor a los carros realmente de manera lacónica - "De Rafael" - y proseguiamos nuestro camino.
Ahora bien, resulta que el esposo de mi tia Martha se llamaba Rafael. Alguna vez al llegar a casa de mi tia me acerque a él y me atrevi a preguntarle sino podiamos hacer un pequeño viajecito en su avioneta - ¿cual avioneta? - la que está en la casa del niño- ahhh - y porque está estacionada allá? indagaba - bueno, (me respondia ya enterado de mi enredo) porque eso era un tremendo gasto todos los meses, la compra de esos tres cauchos a cada aterrizaje me dejaron en la ruina...
El quid de la cuestion es que la ciudad estaba inevitablemente tocada por "Rafael": Avenidas, parques, centros culturales, deportivos, gubernamentales y cientificos. Fue mucho lo que Caldera hizo por su Patria Chica y obviamente, el pueblo yaracuyano
en esta fecha no puede sino honrar la memoria de este caballero que supo ganarse el cariño de sus coterráneos. Paz a sus restos
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