Sabemos pues que la muerte no es más que un estadio superior al que pasamos todos, pero no podemos dejar de sentir nostalgia por los que se van antes de tiempo. Eso le pasó al Yua, un primo hermano medio loco el cual le llamábamos así, en virtud de que cuando chamo le gustaban mucho las películas de Bruce Lee y andaba todo el tiempo tratándolo de imitar.
Yuaaaaaaaaaaaaaaa, uuuuuuuuhhhh, yuaaaaaaaaaaaa y placatán, una patada certera al poste que quedaba frente a su casa en la vereda 17 de la Urbanización La Ascensión de San Felipe y nosotros viendo el espectáculo que ofrecía Yovanny Andrés, sentíamos el dolor en nuestros pies - que él no demostraba-…
Rebelde en su juventud, se molestaba cuando por su casa los patrulleros le instaban a mostrar la cédula. En el acto se negaba y los polacos no perdían tiempo en echarle su coscorrón y de dos manotazos meterlo en la patrulla para luego pasar el fin de semana en los calabozos de la policía, (bajo la antigua norma de vagos y maleantes), con los pantalones al revés de tal manera que cuando saliera del calabozo pudiese estar presentable y no tener facha de miserable.
Alguna vez me comentó que en un año cayó preso unas 25 veces, nahhhhh le comentaba y ¿porque no más bien le muestras la cédula y te evitas de caer tantas veces preso??? Porque esa vaina es mía y no me da la gana de mostrárselas a ese atajo de jodidos que son más vagos que yo. je je, alguna vez mi tía Martha me envió para la Policía con una comida, la cual llegó a sus manos luego de que algún policía se comiera más de la mitad de la comida y apenas le dejara alguna alita como parte del “salado” je je.
Otro de los cuentos eran las fiestas, en especial aquellas que estaban full de familiares como cumpleaños de chamos. El show se lo robaba, puesto que habituado a pasos de la época de John Travolta (pavo tower) sumado a pasos de la canción de la “Macarena” y por lo general secundado por alguna chama para que siguiera con sus payasadas, le hacíamos la rueda; y él, en el centro de la sala haciendo maromas a su gusto, se daba sencillamente banquete.
En cuanto al amor, no podía ser distinto. Su compañera Coromoto tuvo que disculparlo del pequeño error de haber embarazado a la vecina de al lado. Ese chamito habrá que darle algunas vueltas puesto que es el único hijo que dejó….
Pero en el trabajo sí que era un burrito. Trabajaba desde hace años en una tienda y por siempre llegaba cargado de hortalizas y verduras de recambio en muy buen estado para regalar (la gente hacia fiesta con mayor énfasis en los domingos), al mismo tiempo que se ocupaba diariamente de verificar las cosas que en casa necesitaban reparación y por supuesto, más de una vecina que sabía sobre su disposición a reparar (al mismo tiempo que contaba con un esposo flojo para arreglar cosas), le daban vueltas para que solucionara igual en las casas de los alrededores.
En este diciembre pasado, cuando venía de regreso de llevar un amigo en el pueblito de Jaime, al parecer se quedó dormido mientras conducía y, con sus chistes y locuras fue a dar al mas allá en un santiamén.
Con la diferencia de que no estaba tomado al momento de su muerte, bien vale la pena recordar la canción del panameño Rubén donde el conductor deja la siguiente pregunta pa´la eternidad ¿Qué pasoooo?. QEPD
2 comentarios:
Lo siento mucho, pero me alegra que queden personas como tu que le conocieron para dar testimonio de que no paso en vano.
Muchos besos y un abrazo grande.
Al final a todos nos pasará lo importante es que todos no pasemos por esta vida sin que sepan que pasamos. Un beso.
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